Nuevo vídeo de Gil Scott-Heron de presentación de su nuevo álbum de título, bastante irónico por cierto, "I'm New Here", que saldrá en breve al mercado. Vuelve con su dureza al lado más crudo, después de muchos años sin publicar ningún disco y metido en mil y un problemas. Vuelve el abuelo del rap haciendo lo que mejor sabe hacer a sus 60 años. Vuelven los black panther, pero esta vez en skate.
Gil Scott-Heron, poeta y escritor, luchador empedernido de la causa afroamericana, empezó su carrera en los años 70. Su segundo álbum, "Pieces of a Man", tal vez uno de los mejores de su carrera, aunque tiene unos cuantos bien buenos, contiene el tema "The revolution will not be televised", en el que critica duramente la sociedad de consumo americana y que si escucháis, enseguida os daréis cuenta perfectamente de por qué le llaman el abuelo del rap. En los teclados cuenta ya con Brian Jackson, con el que grabaría unos cuantos discos, como "Winter in America", que merece un capítulo aparte, por su alto contenido de crítica social en las letras de Gil, y por esa mezcla de jazz con funk y soul, que continuarían haciendo en discos como "The First Minute of a New Life".
A principios de febrero podremos escuchar el nuevo disco, producido por el dueño de la discográfica que lo publicará, XL Recordings, que cuenta entre sus grupos a artistas de la talla de Devendra Banhart, Radiohead o Gotan Project.
Hay quien dice ya que será de los mejores discos de la década. No sé si será un poco pronto para predecir esto, pero la cosa, tratándose de quien se trata, os aseguro que promete y que dará mucho que hablar.
No creo que haya mucho que decir ni del sr. Hendrix ni de Crosstown Traffic, una de mis canciones preferidas de ese pedazo álbum llamado Electric Ladyland.
Los Fabulosos Cadillacs han vuelto a sus andadas. Otra vez. Después de su anunciada vuelta en 2008, publicaron un nuevo álbum llamado La Luz del Ritmo, en el que mezclaban temas nuevos con algunas revisiones de canciones clásicas de la banda como Malbicho o El genio del dub, que está entre mis temas preferidos de la banda argentina. A finales del año pasado, aparte de la publicación de un disco homenaje hecho por bandas latinoamericanas llamado Como te esperaba, título extraído de la letra de la canción Vos Sabes, han publicado un nuevo disco: El arte de la elegancia de LFC. Otra vez reúnen algunas canciones míticas, esta vez Contrabando de Amor o Surfer Calavera, con temas nuevos. Más de lo mismo, vamos. Los temas suenan mejor por una mejor producción, con mejores arreglos, pero pierden frescura.
La luz del ritmo, el álbum publicado en su regreso jugaba con estos propios covers, renovando los temas, dándoles un nuevo aire, como en Basta de llamarme así, que pasó de ser una canción tristona de esas que tanto le gustan a Vicentico, a ser un reggae / calypso, con un hammond tremendo y unos arreglos vocales mucho más trabajados. Con El arte de la elegancia de LFC, en cambio, creo que ya se las ido de las manos, y el versionarse una vez más se ha convertido en puro negocio fácil.
Pero vamos al caso que nos viene hoy a cuento, porque entre las canciones de este útlimo está una versión de Move on up del gran Curtis Mayfield.
Os dejo las dos versiones, y que cada uno piense lo que quiera. Yo, que me siento verdadero admirador de los dos, me quedo con la original. Me gusta la voz de Vicentico, pero la del sr. Mayfield...
La historia de Taj Mahal comienza como la de muchos otros artistas yankees, cantando gospel en una iglesia presbiteriana, para luego introducirse en otros estilos tan variados como el blues, el soul o lo que hoy podríamos denominar como world music. Su primer grupo lo forma en los años 60 en Los Angeles con el tantas veces mencionado aquí Ry Cooder, pero no dura mucho, y cada uno sigue su carrera hasta hoy en día. Pero todo ese camino, más de 40 años y más de 20 discos, es una larga historia que necesitaría de mucho tiempo para contarla.
Uno de mis álbumes preferidos es "Taj Mahal meets the culture music club of zanzibar", y sobre todo el primer tema, "Dhow Countries", un blues africano de una intensidad impresionante, pero el tema del día es esta aparición del sr. Taj Mahal en el especial "Rock&Roll Circus" hecho por los Rolling Stone para la televisión británica durante dos noches en diciembre del 68, aunque finalmente nunca fue emitido. El espectáculo estaba pensado como un circo, pero lo más destacado fueron los artistas que se juntaron. Además de los Rolling Stone, aparecieron en escena John Lennon, The Who, Eric Clapton... La canción interpretada por Taj Mahal fue Gimme Some Lovin', al más puro estilo sureño, que recuerda incluso a la Creedence.
Pero el verdadero encuentro de esa noche fue la banda inventada para el momento Dirty Mac que contaba con el elenco ta vez más impresionante de la historia del rock: John Lennon, Keith Richards, Eric Clapton y Mitch Mitchell de la Jimi Hendrix Experience y grabaron solamente un tema, Yer Blues, que es el segundo del White Album de The Beatles. Casi nada.
Los que algún día tuvimos la oportunidad de conocerla, ella era esa abuela que todos queríamos tener y a su lado, era como si fuese tuya, por su propia grandeza, tan chiquitita chiquitita.
Hoy va por ella, por esa vida tan intensa que ella vivió, y por todas esas historias que nos quedarán grabadas en la cabeza para siempre, porque su voz no morirá nunca mientras haya quien la recuerde y quien la cuente.
The Campbell Brothers es el grupo compuesto por los cuatro hermanos Campbell, y que tocan un estilo que ellos mismos definen como "sacreed steel", que es una mezcla de la música gospel de las iglesias afroamericanas con "electric steel guitar", esas míticas guitarras hawaianas, tocadas de forma horizontal con varias puas en los dedos y un slide, pero llevadas al blues americano.
Y a toda esa mezcla es a lo que suena. A blues con soul y gospel mezclado con esas guitarras de sonido tan característico. Los he conocido por un disco publicado en 2005 con John Medeski, el teclista y componente de "Medeski Martin & Wood", uno de los más famosos grupos de jazz experimental, llamado "Can you feel it?".
Un verdadero lujo de colaboración para un verdadero lujo de disco, cuya segunda pista, "The judgment", es la del vídeo, aunque en este no aparezca Medeski.
La semana pasada, después de mucho tiempo, pude ver por fin la película dirigida por Tarantino en 1997, Jackie Brown, la siguiente que grabó después del éxito de Four Rooms y Pulp Fiction y seis años antes de estrenar la primera parte de Kill Bill.
La película comienza con un plano secuencia impresionante de la actriz Pam Grier, musa del blaxpoitation, ese género de los años 70 dirigido a la comunidad afroamericana, lleno violencia y también de mucho funk.
La canción que le acompaña en todo el plano es "Across 110th Street" de Bobby Womack, y con la que Tarantino homenajea, por no decir copia, ese estilo blaxpoitation de los 70, porque existe otra película, del año 72, llamada como la propia canción (Across 110th Street), sobre una banda de gangsters que quiere hacerse con el control de Harlem, y protagonizada por Anthony Quinn y que comienza con ese mismo tema. ¿Copia?, ¿homenaje? Ahí queda eso, y que cada uno saque sus propias conclusiones.
El autor e intérprete de la canción, Bobby Womack, comenzó su carrera muy joven, casi podríamos decir que al estilo Jackson 5, cantando con sus cuatro hermanos (Womack Brothers) canciones gospel. Después de escucharlos una noche, Sam Cooke los sigue para grabar un disco con ellos, y es entonces cuando comienzan a llamarse The Valentinos, dejando ya por fin la música religiosa. Graban un par de álbumes, pero el que más éxito les da es "It's all over now" que en 1964 sería versionado por los Rolling Stone, convirtiéndose en su primer número uno en las listas británicas. Después de la muerte de Sam Cooke el grupo se separa y Bobby sigue su carrera en solitario. Graba y compone para artistas como Wilson Pickett y acompaña como guitarrista a músicos como Janis Joplin o Sly & The Family Stone.
Una voz al más puro estilo soul, y "Across 110th Street", sea la banda sonora de una película o de otra, un verdadero lujo de canción.
Este miércoles volvieron los nuis a La2 con su tercera temporada. El celebriti rescatado para el inicio de este nuevo año, fue el gran director de orchestra Luis Cobos. La parodia giraba en torno a sus grandes discos, populares allá en los años 80, pero también, a sus grandiosas portadas.
Siguiendo los consejos de un amigo desganao, os dejo hoy, para empezar el fin de semana con un poco de buen humor, con esta otra bonita colección de portadas de discos, con la que seguro que más de uno váis a disfrutar. Lo dicho, a pasar un buen fin de semana!
Para ir terminando esta semana soulera, si os habéis contagiado de toda esta música y ahora lo único que queréis hacer es mover vuestros huesos a este ritmo, hoy tenéis una gran oportunidad.
La Boca del Lobo, local madrileño especializado en música negra, cumple esta noche 13 años de existencia y qué mejor que celebrarlo con un buen concierto. Han traído para ello a Lefties Soul Connection, un colecivo holandés de soul y funk mucho más potente y oscuro, que según ellos no tratan de hacer simplemente un "revival" sino adaptar nuevos sonidos, mezclándolo con mucha psicodelia, hip-hop, rock, garage... Un hammond potente, unos rifs guitarreros, y mucho soul, al estilo de bandas míticas como The Meters o Booker T.&The MGs, entre los que reconocen ellos mismos como sus principales influencias.
Si véis el vídeo os podéis hacer una idea perfectamente de lo que os hablo.
Es empezar con un estilo y ya no puede uno parar, así que os podéis imaginar lo que toca. Pero esta vez un poco de soul hecho en Europa, que también se hace, y se hizo, concretamente soul irlandés, y más concretamente con "The Commitments", la película de 1991 de Alan Parker, director también de la opera rock "Pink Floyd, The Wall", sobre una banda de soul en Dublín. El protagonista es un chico de un barrio obrero de la capital irlandesa que quiere montar un grupo, y elige el soul porque: "Los Irlandeses somos los negros de Europa; los Dublineses somos los negros de Irlanda; y los del Barrio Norte somos los negros de Dublín". Cine social irlandés al más puro estilo del inglés Ken Loach, mezclado con un musical. Tal vez no sea una película técnicamente buena ni original en ningún sentido pero, sobre todo para alguien que ha tocado alguna vez en un grupo, la película llega porque muestra perfectamente cómo es todo ese proceso de creación, de entusiasmo y de ilusión de hacer algo en conjunto, y también, como no, todas las tensiones y decepciones que pueden venir luego.
No sé cuantas veces habré visto esta película, es más, durante una época era una de esas que siempre me ponía cuando no tenía nada mejor que hacer. Eso ha cambiado bastante hoy en día porque con todas las páginas de descarga que existen o de visionado instantáneo, uno se puede ver una película diferente cada día. Hasta no hace mucho, (¡toma comentario viejuno!), con el VHS, tenías unas cuantas en casa grabadas de la tele (lo mejor era cuando te habías parado a darle al pause cuando empezaban los anuncios) y al final repetías un montón de veces las mismas, por no bajar al videoclub y coger una nueva. Sabéis de lo que os hablo, ¿verdad?, pues The Commitments era una de esas.
Ayer, después de mucho tiempo, cayó en mis manos la Banda Sonora de la película, que nunca había tenido, y es puro soul del bueno. Una voz desgarradora, unas coros melódicos, una buena sección de vientos...
El film, considerado como una de las mejores películas irlandesas de la historia, cuenta en su banda sonora con temas como "Mustang Sally", popularizada por Wilson Pickett, "Change of Fools", por Aretha Franklin, "Mr. Pitful" de Otis Redding, o la que he enlazado en el vídeo "The dark end of the night", de Dan Penn y Chips Moman, y que es un verdadero temazo.
Siguiendo con la sesión soul de los 70 de ayer, volvemos hoy al mismo estilo, pero al hecho hoy en día, porque hay cosas que nunca mueren. Sharon Jones parece una artista de esa misma década prodigiosa del funky/soul de Tina Turner. Nacida en los años 60, no empezó a grabar hasta los 90, pero el carácter de su voz tiene una clara referencia a ese época dorada. Incluso las portadas de sus discos evocan a esos años, especialmente a los discos del mítico sello de soul Stax.
Le acompañan a Sharon Jones los Dap-Kings, banda de estudio de la discográfica independiente neoyorkina Daptone, especializada en funky, soul y afrobeat, que cuenta entre los grupos más destacados a The Budos Band (banda de afrobeat con reminiscencias de música etíope y con clara referencia al no hace mucho mencionado aquí, Mulatu Astatke), The Daktaris (grupo también de afrobeat en el que tocan algunos miembros de los grandes Antibalas) y como no, la gran Sharon Jones. Dap-Kings han sido además la banda de estudio de artistas como Amy Whinehouse.
Sharon Jones empezó su carrera grabando unas segundas voces para el grupo Soul Providers del ya extinto sello Desco, que posteriormente se convertiría en Daptone, e impresionó de tal forma a los productores que decidieron grabar en aquel disco una canción sólo con ella. En el 2000 el sello Desco desapareció y el grupo estrella del mismo, los Soul Providers, se fueron a la nueva discográfica formada por Gabriel Roth, ex lider de Desco, y formaron los Dap-Kings. Fue en 2001 cuando grabaron su primer LP en la Sala Boite de Barcelona (“Dap-Dippin with Sharon Jones and the Dap-Kings”), del que se publicaron muy pocas copias, pero que tuvieron un gran recibimiento por parte del público. Hasta el año 2005 no grabaron su segundo LP, Naturally, un disco clásico de soul con temas tan brillantes como “How long do I have to wait for you?”
En octubre de 2007 publicaron su tercer álbum, “100 Days, 100 Nights”, con el conquistaron a todo el público con un nuevo disco lleno de soul de los 70. En la portada del disco vemos a la propia Sharon Jones al más puro estilo seventies.
Tal vez estemos en la época de la historia que más ha mirado hacia atrás, al revival, a rescatar sonidos antiguos y hacerlos actuales. En estilos como el soul o el funky han salido infinidad de grupos imitando el sonido de los 70, olvidado durante muchos años en vinilos gastados, han aparecido cantidad de recopilatorios de bandas actuales como "Soulshaker" y en todas las ciudades hay salas que pinchan este estilo. Por eso, sí quieren señalar a alguien como culpable, miren a grupos como los Dap-Kings y la propia Sharon Jones, que son de los que tienen más culpa de todo esto, por hacérnoslo creer.
En el año 1971, Ike y Tina consiguieron su mayor éxito comercial, ganando un Grammy y un número 4 en las listas americanas, gracias a una versión. El tema había sido grabado hacía justo un par de años antes, en 1969, por el grupo de los hermanos Fogerty, la Creedence Clearwater Revival, y habían alcanzado un número 2 en las listas de Billboard.
La canción parece ser que se trata de un homenaje al río Misisipi, a los barcos de vapor que circulaban por él ("Proud Mary" es uno de ellos) y a los músicos de esta zona de los Estados Unidos, entre Nueva Orleans y Memphis, que tocaban muchas veces en estos barcos para ganarse la vida.
Lo que me parece más curioso de todo es el poco tiempo que pasó entre una grabación y la otra, y el éxito que tuvieron ambas. Sin duda, se trata de unas las mejores canciones de los californianos, y sin duda también es una versión inigualable cantada por una voz insuperable.
El propio John Fogerty, que sigue tocando hoy en día en solitario (estuvo en Madrid este verano) después de muchos años sin cantar nada de la Creedence, volvió a tocar algunos de los clásicos de la banda y decía que si no la tocaba él, todo el mundo pensaba que Proud Mary era una canción de Tina Turner.
Eso es lo que pasa cuando se hace una buena versión.
Este año la noche de Reyes, la Sala Gruta77 de Madrid se convirtió en una pequeña sede jamaicana, con un especial de Reggae/Ska/Dub. Los grupos alemanes Dr. Ring Ding y Sensi Simon llenaron de calor la fría noche madrileña. El trompetista alemán Sensi Simon, que ha tocado acompañando a artistas como Laurel Aitken, Rico Rodríguez, Alton Ellis… empezó a calentar la noche con la banda que le acompaña en España, The Golden Singers Band, formada por algunos miembros de Malarians, con una buena sesión de Ska Jazz. Pero el artista al que todos esperaban era el cantante y trombonista, Dr. Ring Ding, famoso sobre todo aquí por su etapa con The Senior Allstars, con los que publicó un par de discos, entre ellos el más conocido, Dandimite!, considerado uno de los mejores discos del estilo de los 90. Venía acompañado por una banda catalana, The Ranking Soliders (teclados, bajo, guitarra y batería), y la voz incomparable del Dr. Ring Ding, que demostró por qué es uno de los artistas más reconocidos en Europa de este estilo. Lleva desde 1987 tocando en bandas de ska en Alemania, desde El Bosso & Die Ping Pongs, una de las bandas pioneras del estilo en el país teutón, hasta acompañando a artistas de la talla de Derrick Morgan, Denis Alcapone o bandas como The Toasters o The Skatallites. No dejó a nadie indiferente, y ya no sólo por su presencia física (alemán rapado de cerca de cien kilos, que parece sacado de una concentración de los Ángeles del Infierno), sino sobre todo por su voz poderosa y la cantidad de registros que posee, que van desde lo más melódico en algunos reggaes, hasta lo más rudo cuando se pasa a estilos como el Dancehall. Fue un concierto al estilo clásico jamaicano, como los del propio Laurel Aitken, donde la banda se queda en un segundo plano, y casi llega a parecer una soundsystem, siendo el cantante el que lleva todo el peso del concierto. Le faltó si cabe una mayor presencia de vientos (Dr. Ring Ding sólo tocó el trombón en un par de temas, y en el resto fue el teclado el que llenó este espacio), que sólo pudo verse cuando se subieron al escenario Sensi Simon con su sección de vientos para tocar algunos temas clásicos, como fue la última canción del concierto, Dandimite Ska. Al finalizar el concierto, aparte del roscón de reyes, sesión de reggae, calypso, ska… es decir, todo lo que se puede esperar de una buena noche jamaicana navideña.
Pd. El vídeo pertenece a una colaboración que Dr. Ring Ding ha hecho recientemente con The Seniors Allstars tocando el trombón
Y para comenzar este nuevo año, y estos nuevos propósitos, no podría comenzar por otra artista que no fuese la americana/mexicana/canadiense, Lhasa de Sela, fallecida el 1 de enero de este año, de un cáncer de mama, que ya le había obligado a anular su gira europea este mismo otoño.
Lhasa nació cerca de Woodstock (Nueva York) hace 37 años; su padre era un escritor mexicano y su madre una fotógrafa americana, y se pasó gran parte de su infancia viajando entre los Estados Unidos y México en un viejo autobús escolar convertido en casa ambulante. A los 13 años ya cantaba en algunos cafés de San Francisco.
La primera canción que escuché de Lhasa fue “De cara a la pared”, canción con la que empieza su primer disco, La Llorona, editado en 1997. La canción, intensa, triste y melancólica, valiente, no te deja indiferente, y enseguida reconoces que detrás de esa canción hay una artista diferente, que como su voz, es poseedora de una sensibilidad especial. La llorona nos recuerda a México, a cantinas, a ese canto profundo de artistas como Chavela o Lila Downs, que van directos del corazón del que canta al corazón del que escucha.
Lhasa siempre fue por libre, o más bien, por su propio camino, en el que ella creía, sin entrar en el mainstream musical. Por eso tardó 6 años en publicar un segundo disco (The living road), y lejos de hacer un disco igual que el anterior y que tan bien había funcionado, este segundo álbum mezcla el inglés con el francés y con el castellano con canciones que van desde la chanson hasta el country. Eso sí, la voz de Lhasa no pierde nunca ni intensidad ni profundidad ni esa tristeza que parece llegarle de siglos atrás.
Después de esto tardó otros seis años más en publicar un tercer álbum, llamado simplemente Lhasa. Un álbum grabado en directo, sin metrónomo ni máquinas sino con el sonido del directo, como ella quería que sonase, y cantado totalmente en inglés, en el que nos encontramos con una Lhasa tal vez menos dramática que en sus anteriores álbumes; un disco más folk y más jazzero pero en el que Lhasa no deja de ser ella misma, porque nunca dejo de serlo, reconocible siempre en su sensibilidad a la hora de cantar y de hacernos llegar una melodía.
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sr.berro
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Hace tiempo que vengo dándole vueltas al tema de crear un nuevo blog dedicado exclusivamente a la crítica musical, que como ya sabéis los que pasais por aquí alguna vez, tampoco sería muy diferente a lo que he venido haciendo hasta ahora. De momento, como es año nuevo, y como con él llegan una gran cantidad de propósitos, como no voy a apuntarme a un gimnasio, como de momento no tengo pensado dejar de fumar, volveremos a Instantaneas con mayor asiduidad, con una mayor número de críticas, más largas y serias que las que había venido haciendo hasta ahora. Así que sin más, desearos a todos un feliz año y espero veros de nuevo por aquí, por mi parte, como veis, con nueva cara y unas ganas reforzadas de escribir.